sábado, 10 de octubre de 2009

DEMOCRACIA Y LIBERTAD ECONÓMICA. Texto de Isaiah Berlin sobre la libertad, muy pertienente hoy en día


En su sentido político y no metafórico, libertad significa la ausencia de interferencia por parte de otros, y la libertad civil define el área de la cual la interferencia de otros ha sido excluida por la ley o por un código de comportamiento, ya sea “natural” o “positivo”, dependiendo de cómo se conciba la ley o el código en cuestión. Esto puede ilustrarse de manera más amplia tomando los usos de la palabra “liberación” que se consideran correctos, pero un poco ambiguos en cuanto a su fuerza: por ejemplo, la celebrada frase “libertad económica”. Lo que querían decir quienes la acuñaron es que la concesión de libertades políticas o civiles –es decir, el hecho de levantar todas las restricciones a cierto tipo de actividad en cuanto concierne a la interferencia legal– servía de poco a quienes no contaban con los recursos económicos suficientes para hacer uso de tal libertad. Quizá no exista ninguna prohibición acerca de la cantidad de comida que puede comprar un hombre, pero si no tiene recursos materiales, esa “liberación” le resulta inútil, y decirle que es libre de comprar cuanta comida quiera es burlarse de su indigencia. A veces se dice que semejante libertad “carece de sentido”, si la persona a quien le pertenece es demasiado pobre o demasiado débil para ejercerla. Y, sin embargo, quienes abogan por la libertad política sienten que existe cierto grado de injusticia en este argumento: el hecho de que la ley no prohíba comprar una cantidad ilimitada de comida, por ejemplo, es, según afirman algunos de ellos, una libertad genuina cuya suspensión constituiría un serio revés para el progreso humano. El hecho de que los pobres no puedan beneficiarse de esta “liberación” es análogo al hecho de que un sordomudo no pueda sacar gran ventaja del derecho a la libertad de expresión o del derecho a la libertad de reunión. Un derecho es un derecho, y la libertad es la libertad, independientemente de quienes puedan o no estar en la posición de hacer uso de ambos. Y, sin embargo, se percibe que quienes hablan de libertad económica señalan un defecto genuino en una organización social que hace que los bienes materiales estén disponibles, en teoría, para aquellos que, en la práctica, no pueden adquirirlos. Señalan que esas personas son tan libres para beneficiarse de las libertades económicas como el propio Tántalo quien, rodeado de un mar infinito, es libre de beber toda el agua salada que quiera, porque no existe ningún estatuto que se lo prohíba. Pero quizás este dilema, como muchos otros argumentos donde ambos bandos sienten que dicen algo verdadero pero mutuamente incompatible, recibe su característica de paradoja de la inevitable –y no siempre deseable– vaguedad y ambigüedad de las palabras. La mera incapacidad de hacer uso de algo que los demás no evitan que uno use –digamos un defecto biológico o mental por parte del supuesto usuario, o la incapacidad de alcanzarlo debido a alguna razón física o geográfica– ciertamente no se considera, como tal y en sí misma, una forma de falta de libertad o de “esclavitud”. Y si las reclamaciones sobre la ausencia de libertad económica fueran simples lamentos, en el sentido de que algunas personas dentro de la sociedad son, de hecho, insuficientemente ricas para obtener todo lo que necesitan –a pesar del hecho de que se puede obtener legalmente–, eso no diferiría, en principio, de las reclamaciones sobre otras incapacidades. Describirlo como ausencia de libertad sería tan absurdo como decir que tener sólo dos ojos eo ipso constituye una ausencia de libertad para tener tres ojos o un millón de ojos, lo cual –después de todo– la ley no lo prohíbe. La admisibilidad real de la carga que el término “libertad económica” debe conllevar se deriva del hecho de que implica –sin afirmarlo siempre de manera explícita– que la incapacidad económica de los pobres no se debe meramente a factores naturales, ni a factores psicológicos o sociales “inevitables”, sino a la actividad –si no deliberada por lo menos evitable, una vez que se la atiende– por parte de individuos, clases o instituciones específicas. El pensamiento que subyace en ello es que los ricos son dueños de una porción demasiado grande de las posesiones totales de la sociedad. Ésta es la razón de que los pobres tengan tan poco y, por lo tanto, de que no puedan hacer uso de leyes que de hecho benefician sólo a los ricos. La implicación es que los ricos pueden actuar de manera voluntaria, o pueden ser forzados a actuar, de modo tal que dejen de despojar a los pobres de los recursos que necesitan y que querrían poseer si supieran que los necesitan, y que, según los paladines de la libertad económica, obtendrían en una sociedad que fuera más justa, es decir, en una sociedad administrada de manera distinta por quienes la organizan, aunque no en una sociedad que necesariamente fuera distinta física o psicológicamente, o diferente en cualquier otro aspecto natural de la sociedad actual, que es menos justa. Lo que le da fuerza a la palabra “libertad” en la frase “libertad económica” no es que establezca una exigencia para una capacidad faltante en materia de acción, sino que indica que alguien ha despojado a alguien más de algo que le pertenece por derecho. Si se la interpreta de manera totalmente explícita, en este contexto la expresión “le pertenece” significa por lo menos que la persona o personas así despojadas pueden describirse como personas que han sufrido alguna interferencia, que han sido despojadas, se han visto menoscabadas, en el sentido en que un hombre fuerte interfiere con uno débil, o en que un ladrón despoja a su víctima. De esta forma, “libertad” denota por lo general la ausencia de una coerción positiva, o la presencia de una restricción negativa, por parte de un grupo de seres humanos hacia otro. Los alegatos o reclamaciones de libertad a menudo se refieren a la clase particular de coerción o de restricción que, en las circunstancias específicas en cuestión, se dan para evitar que los hombres sean o actúen u obtengan algo que en ese momento desean con fervor, y cuya carencia –para bien o para mal– atribuyen al comportamiento prevenible de otros.


Isaiah Berlin, Political Ideas in the Romantic Age: The Rise and Influence of Modern Thought

5 comentarios:

Jocelyn dijo...

No me acuerdo con la cita aue dice, " Un derecho es un derecho, y la libertad es la libertad, independientemente de quienes puedan o no estar en la posición de hacer uso de ambos." Creo en el concepto de equidad que exige la necesidad para creer las leys distintas para lograr justicia. Pienso que me acuerdo con el parte que dice la libertad denota la ausencia de una coercion positiva.

Unknown dijo...

Para Berlin, la libertad es “la ausencia de una coerción positiva o la presencia de una restricción negativa, por parte de un grupo de seres humanos hacia otro.” Berlin también dice que “la libertad significa la ausencia de interferencia por parte de otros.” La libertad, entonces, es cuando una persona puede hacer algo, como la libertad de la prensa en que la prensa puede decir cosas malas sobre el gobierno.

Sin embargo, hay algo interesante en esta idea de Berlin. En esta definición de la libertad, hay un supuesto de la capacidad. No habría un derecho a la libertad de hacer algo si nadie fuera capaz de hacer esta cosa. No hay un derecho a la libertad de volar como pájaros en el cielo; los seres humanos no pueden volar como pájaros. Por consiguiente, la libertad de volar no tiene sentido. Pues, si hay una libertad de hacer algo, los seres humanos deben ser capaz de hacer eso.

Entonces, en la libertad, hay una implicación de la capacidad. Por eso, la discusión de la libertad económica es interesante. En esta discusión, la libertad económica significa la libertad de los seres humanos a comprar y vender cosas sin restricciones. Con la libertad económica, la implicación es que los seres humanos tienen la capacidad de comprar y vender cosas. Pero, esto no es la verdad todo el tiempo. Hay personas sin la capacidad de comprar cosas, en forma de la falta de dinero. Por eso, hay un conflicto entre la libertad y la capacidad con referencia a la libertad económica. Dice Berlin, “quizá no exista ninguna prohibición acerca de la cantidad de comida que puede comprar un hombre, pero si no tiene recursos materiales, esa “liberación” le resulta inútil.”

Por eso, existe otro tipo de restricciones negativas que puede impedir la libertad económica de una persona. No hay una falta de la libertad en la ley, pero hay una falta de la libertad en realidad. ¿Cómo debemos clasificar este conflicto? Para Berlin, no es una falta de libertad. Dice que “describirlo como ausencia de libertad sería tan absurdo como decir que tener sólo dos ojos eo ipso constituye una ausencia de libertad para tener tres ojos o un millón de ojos”. Pero, en un sentido, es una falta de la libertad. Los seres humanos sin dinero no son libres para comprar todo lo que quieren. Hay una falta de la libertad y, al mismo tiempo, no hay una falta de la libertad. Entonces, hay un problema en la definición de la libertad si puede existir un ejemplo cuando hay y no hay una falta de la libertad al mismo tiempo. Berlin necesita crear otra definición que puede incorporar esta paradoja.

Kate L dijo...

Libertad y Dinero
A Berlin le interesa mucho la idea de libertad, específicamente sus restricciones. Según él, el concepto de libertad debe de ser definido tanto por lo que no puede hacer como lo que si puede hacer. Su ejemplo favorito – libertad económica. En un punto de vista un poco cínico, Berlin explique que no importa cuales libertades tiene un hombre, si no tiene los recursos necesarios (específicamente dinero) para aprovecharse de las.
Esa idea, de asociar el concepto de libertad con riqueza, no es tan inusual como aparece al primer visto. Es verdad que los países democráticos tienden ser relativamente ricos, y también es verdad que, cualquieras oportunidades tiene un individuo, sin los recursos necesarios, es imposible utilizarlo. Berlin usa un ejemplo muy dramático para esto, diciendo que “Quizá no exista ninguna prohibición acerca de la cantidad de comida que puede comprar un hombre, pero si no tiene recursos materiales, esa “liberación” le resulta inútil, y decirle que es libre de comprar cuanta comida quiera es burlarse de su indigencia”.
Siguiendo con las ideas de Berlin, es razonable decir que la idea de libertad es delineada por oportunidades. Es más esas oportunidades que, en su presencia o ausencia, describen cuales libertades tiene una persona – no importa si técnicamente tiene la libertad de ir a países diferentes si no tiene pasaporte, por ejemplo. Y por mayor parte, como estamos en un mundo capitalista, esas oportunidades son más accesibles si tiene dinero. Berlin reconoce esto. Tal vez es cínico, tal vez es pragmático, pero es todavía verdad.

Maddy dijo...

En este pasaje de Isaiah Berlin él habla de las diferentes formas de libertad, una idea que es muy interesante. No he pensado mucho en la idea de que hay diferentes tipos de libertad, y las consecuencias que estas diferentes concepciones de la libertad pueden tener en la formación de un estado. Quiero explorar más las ideas de la libertad económica, la libertad política, y como es la ausencia de la libertad, porque en este pasaje, él no ha explicado todo que significa estos términos. Por eso, no entiendo completamente la posición de Berlin sobre la pregunta ¿que es libertad? Pienso que a veces él esté hablando como el “abogado del diablo” para ilustrar todas las diferentes posiciones sobre las ideas de libertad. Sin embargo, él ha dicho algunas cosas que a mi me interesan mucho.
La primera idea que me interesa mucho es la de la libertad que carece de sentido. Él describe una forma de libertad en que no hay ninguna ley o regla que impide nadie de hacer u obtener lo que quiere, pero en que hay mucha gente que no tienen los recursos necesarios para aprovechar de esta libertad. En mi opinión, este es un problema muy grande en los Estados Unidos, porque allí tenemos la idea que si trabajas bastante, puedes hacer u obtener todo que quieres. Pero este sueño no es realista, porque en una sociedad como la de los Estados Unidos, en que hay mucha libertad, pero también muchas influencias del capitalismo, este libertad carece de sentido. La gente que trabajan mucho, todavía no pueden obtener lo que quieren, aunque no hay reglas o leyes para impedirlo.
La otra idea que me interesa mucho es su opinión que “un derecho es un derecho, y la libertad es la libertad, independientemente de quienes puedan o no estar en la posición de hacer uso de ambos.” No estoy de acuerdo con esta idea porque creo que necesitamos acomodar la gente que no pueden hacer uso de sus propios derechos y libertades. Estoy segura que no podemos acomodar de muchas cosas en una sociedad capitalista, que depende completamente en las fuerzas del mercado libre, y por eso no creo que podamos tener una sociedad igual y feliz y completamente capitalista. Según este pensamiento, también pienso que no exista una sociedad “libre” e igual, porque para hacer todo igual, necesitamos hacer reglas que impiden la libertad de la gente que tienen más recursos y poder.

Unknown dijo...

No entiendo cual de los definiciones de “libertad económica” que Isaiah Berlin habla sobre es el uno que el soporte. Por lo que entiendo el “libertad económica” es como un derecho de todo a todos y, como yo traduzco eso, es que la libertad de igualdad económico es lo mejor para derechos igual. Sin embargo, Berlin no habla de eso, el habla de los derechos de todo a todos pero en sus limites de capacidad y la capacidad de los recursos. El secundo, lo que el hablar sobre mucho, perece contar el lógico pero cuando el habla sobre tópicos como el primero esta con una voz negativo. No sé si no entiendo bien la idioma o el, pero para ahora esto es mi respuesta a todo de esto.
Considera dos de los situaciones del texto, uno del la pobre y el otro de los ojos. Cuando Berlin habla que «libertad para tener tres ojos o un millón de ojos, lo cual –después de todo– la ley no lo prohíbe». El dirige la libertad y la capacidad de los pobres como un situación similar, si no lo mismo. Esto sugiere, para mi, que Berlin creó que los pobres están inmóvil y nadie puedan hacer una cosa a cambiar sus pobreza. Que está triste, en los ojos de Berlin, que los pobres tienen esta libertad a comprar todo la comida que quieres, pero no puedan porque no tienen los recursos. Creo que lo que Berlin habría hablado sobre aquí es la libertad económica donde todos tienen derechos a comida como el agua hoy en día, la cantidad que necesitan cuando los necesitan y pueden usar su dinero para otras cosas. Esto es libertad económica.
Es verdad que la derecha a las cosas esencial y la capacidad de una persona a obtener estas cosas están diferentes, pero esto es una defecto de la sociedad de hoy. Todas las personad tienen la derecha a comida, agua, salud y educación. Y, por ejemplo, la sociedad no puedan diría esto y, inmediatamente después, privatizar toda la educación y hablaría que sería triste que nadie de los pobres pueden usar sus derecha a la educación. Esto es pasivo y hace nada para los con menos recursos.